martes, 27 de septiembre de 2011

Accidente: 2ª parte

Nos quedamos en que llegaba la ambulancia.

Con el traje de ciclista y ya solos el conductor de la ambulancia y yo, nos vamos para la Arrixaca con las luces y la música puestas para llegar rápido pero con mucho cuidado hasta el hospital. Entro por urgencias pero como lo mío no es realmente urgente -no es fractura abierta, no me estoy muriendo- me ponen en la sala pequeña de urgencias primero en una camilla y luego, como les hace falta, en una silla de ruedas. Me dan el papel que tengo que rellenar con los datos del seguro del contrario para que no me cobren a mi toda esta historia. Y ahora a esperar.

Y a esperar, y a esperar.

Una hora después, sin que me hayan llamado ni me hayan dicho nada, llega mi mujer con su amiga Neus y mis dos hijas. Le digo que llevo una hora esperando y que si puede hacer los trámites para poder irnos al San Carlos, ya que tengo Sanitas. Cuando está a punto de concluir la gestión me llaman para hacerme la radiografía, a la que me agarro como a un clavo ardiendo y me meto a hacerla. Pido disculpas a mi mujer y entro.

Primera radiografía: en dolorosa postura me sacan la primera fotografía de mi maltrecho miembro y se confirma lo peor: fractura de radio en su tercio proximal con desplazamiento. Un traumatólogo primero y otro después me confirman que hay que operar, me ingresan en 'la cristalera' y me despido de mi mujer para pasar la noche con un par de Nolotiles sin poder moverme en la cama. Por lo menos puedo mear solo. Me pone los calzoncillos y el pijama un enfermero y me escayolan desde la axila hasta la muñeca. Me hacen unas cuantas radiografías más del brazo para confirmarlo todo y para brillar por la noche como Homer Simpson. Me ponen la vía -muy desagradable- y me sacan sangre para el preoperatorio. Dos breves incisos: la vía era pequeña para operar por lo que en Molina me pondrá otra más gorda -muy, muy desagradable. Me tienen que sacar sangre otra vez porque en el laboratorio pierden un bote -guay del Paraguay. Le comento a la enfermera (todas, por suerte, extremadamente agradables) que como el día anterior competí algún valor podría salir disparado -la CPK y esas cosas. Pues no, todo sale normal, lo que significa que no me esforcé. ¡Qué buen entrenamiento me salió!

Voy a descansar el brazo que no puedo más.

Nos vemos por el monte,
Carlos.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Accidente en bici y rotura de radio

Me parece que con el título queda todo dicho pero os contaré una pequeña historia:

Iba nuestro amigo Carlos alegremente recorriendo la campiña murciana con su burra buscando soltar piernas tras batiese en duelo con los más afamados paladines de la región y su entorno la jornada anterior cuando, oh! Misterios de la ciencia, en Librilla, a la altura del cruce con el camino a Barqueros se encontró con tres ingenios mecánicos de cuatro ruedas rugiendo para tomar ese camino. Pensó, pobre infeliz, que por tener la preferencia podría librar el enfrentamiento con los bisontes metálicos.

Mas en el último instante, en una rápida arrancada, el primero de ellos se pone en rápido movimiento cuando nuestro jinete ya nada puede hacer por esquivarlo. El choque fue fuerte: el engendro mecánico embiste a la leve montura metálica con fuerza y como resultado el jinete cae postrado en el duro asfalto tras golpear todo su cuerpo con el frontal del ingenio. 

Bueno, en nuestro idioma: me topa con el morro por el lateral un VW Polo conducido por un señor de 85 años que no me ve llegar y que sigue acelerando tras el impacto para parar a unos 50 metros del lugar del accidente. Golpeo el coche con todo el lateral izquierdo de mi cuerpo y reviento la Luna delantera con el brazo y el casco, para caer al otro lado casi sin velocidad ni arrastre. Resultado: fractura del radio izquierdo desalineada, contusiones varias a lo largo de todo el cuerpo y destrozo de bici, ropa, casco, gafas, en fin, de casi todo lo que llevaba encima. 

Los dos coches que van detrás paran a auxiliarme mientras el conductor del Polo y su mujer, que también iba en el coche, sufren una pequeña crisis nerviosa. Llaman al 112, a la Policia local, mientras yo llamo a Carmela para decirle que he sufrido un accidente que parece gordo y que la seguiré informando. Nunca podré agradecer lo suficiente lo que hicieron por mí lo ocupantes de estos dos coches que se ocuparon de avisar a todo el mundo y de quedarse conmigo hasta que se fue la ambulancia. GRACIAS. 

Llegó la policía local de Librilla y se portaron de muerte. Luego un médico y un enfermero del centro de salud de Librilla que me hicieron una primera evaluación -no había daños neurológicos aparentes, 'sólo' posible luxación o fractura de radio. Poco después llega una ambulancia que me llevará a la Arrixaca. La policía me hace el gran favor de llevarse a mi burra herida de muerte para que yo la recoja cuando pueda. Sólo puedo estar agradecido con toda esta gente. Si puedo, contaré como sigue la historia. 

Ahora son cerca de las cinco y en seis horas en la cama el dolor sólo me ha dejado dormir dos medias horas. No puedo pensar en nada salvo en que se vaya este dolor que me atenaza. 

Saludos y nos vemos en mi casa porque por el monte me parece que estaré tiempo sin pasar, 
Carlos.

domingo, 11 de septiembre de 2011

IV CxM El Valle

Por fin un entrenamiento decente...

Después de meses sin pasar de una hora de carrera por el monte, aunque sí con la bici, hoy en la carrera de El Valle salía con el objetivo de intentar NO bajar de dos horas porque me lo quería tomar como un entrenamiento largo. Tampoco quería salir con nadie determinado, que luego se agobian o me agobian, nunca se sabe, pero he decidido empezar con mi amigo Joaquín Párraga; ha sido él el que no ha querido empezar conmigo y ha pegado un hachazo nada más comenzar que ha pagado, calculo, que en unos 700 metros. Sus palabras han sido 'Creo que he salido demasiado rápido, Carlos'. Este tío es un toro y le abren la puerta de toriles y no se controla.

Subiendo, subiendo, he empezado a verme delante pero no mucho, entre el veinte y el treinta. He probado ritmos con Paco Granero, pero en la primera rampa fuerte se ha puesto a andar (algo le debe pasar porque es un crack). Y poco después me ha pasado José Frutos, que he decidido que hoy fuera mi rueda. Todo el entrenamiento, dogo la carrera, juntos. La verdad es que así se hacen más amenas las carreras y te da tiempo a disfrutar el paisaje (hemos compartido unos comentarios al final de las murallas de king kong) y a beber en los avituallamientos.

Yo he palmado doce minutos respecto al año pasado, pero estoy contento con mis dos horas dos minutos porque es la carrera más larga que he hecho desde hace muuuuuucho tiempo y sin casi molestias. Ahora a pasar por la fisio otra vez (Carmen, de la Clínica Thorax, me ha dejado de muerte esta semana; gracias a ella estoy tan bien y empezando a recuperar) y seguir recuperando de cara a las siguientes competiciones.

Como todos los años por estas fechas voy a quejarme por la coincidencia de carreras. Somos pocos y mal avenidos. El día 8 de octubre me voy a partir para ganar un jamón en la Al-Mudayna a la vez que hago un raid con mi equipo en Lorca; ¿imposible? Pues el fin de semana siguiente, 15 y 16 de octubre corro el raid de Mula mientras disputo la prueba que más puntos da para la liga de CxM, es decir, Ricote; fácil ¿no? Para remate del petate, otros tres fines de semana seguidos con competiciones durisimas: la CxM de La Unión 30/10, raid de Valle de Ricote con 100km el 5 y 6 de noviembre y la CxM del Yeti, maratón, con 2625m de desnivel positivo. Yo puedo con todo. Soy un monstruo. 

Y por último, animar a mi hermano, que quiere dejarnos al Santa y a mí en la estacada para el raid de Lorca; dar la enhorabuena a Manolo, amigo de Moratalla, por haber conseguido terminar más que decentemente la carrera igual que a la mujer de Joaquín Soriano, Belén, que ha terminado en menos de tres horas su primera carrera por montaña.

Nos vemos por el monte,
Carlos.