viernes, 17 de mayo de 2013

Mi MiM en categoría Pelegrins (63km/3045m d+) y algo más

Tras un par de meses sin ninguna entrada en el blog tengo muchas cosas que contar, pero voy a resumir bastante. Tenía pensado hacer una extensa entrada de la MiM, que era mi objetivo de la temporada y que, como comentaré más abajo, me salió, para mi, de sobresaliente. Pero creo que no voy a ser objetivo, va a ser una crónica muy emocional porque me emocionó mucho la carrera, la llegado y todo lo que me ha llevado a hacerla y todo lo que pasó después. Es algo que quiero guardar para mi. Cada uno es como es.

Llegada CxM Subida al Santuario
Primero, en marzo, estuve compitiendo en mi pueblo, Andújar, en la carrera por montaña que lleva desde la plaza del ayuntamiento hasta la calzada que sube a la ermita de la Virgen de la Cabeza. Unos 23kms con un nuevo recorrido más montañero y largo que en las ediciones anteriores y más de mi gusto. Me salió bien, aunque me falto gasolina al final. Pero verme los primeros kilómetros en cabeza otra vez y a ritmos muy exigentes me gustó y me animó para las siguientes competiciones y semanas de entrenamiento. Quedé segundo local pero como puse que vivo en Sangonera la Verde... pues como que no me consideraron local. Es lo que tiene.

Leyendo el primer mapa
Más tarde, en abril, Juan Pedro y yo nos presentamos en la línea de salida del MulaRaid, donde defendíamos el título conseguido sólo algunos meses antes, a finales de 2012.
 La salida se daba en Pliego y el raid se desarrollaba en dos etapas, sábado y domingo, la del sábado con dos secciones, primero en bici de montaña y luego con carrera a pie, durante once horas como máximo. El domingo teníamos cuatro horas y media de carrera que al final fueron tiempo de sobra para terminar la etapa con secciones de bici, patines (criminal, con adoquines, cuestas, escalones, la peor de mi vida y con lo mal que patino), carrera a pie por Pliego y alrededores.
 Muchos despistes pequeños en la orientación me llevaron a perder muchos puntos por no ticar balizas bastante obvias. Al final terminamos segundo, por detrás de los Malvariche, que no fallan. Como siempre, somos pollos sin cabeza, muy fuertes pero si no afinamos orientando no ganamos.
 De todas formas muy contentos por pasan un fin de semana estupendo con los amigos por el monte y con los organizadores, el Club montañero de Mula, que son después de tantos años colegas que nos hacen sufrir y gozar a partes iguales con los recorridos que preparan y con las espectaculares pruebas especiales.

En la meta con Diego, un crack
 Una semana después tenemos la carrera solidaria de bomberos, que no preparo, ya no puedo bajar volumen de cara a la MiM. Me apunto para apoyar a la organización que somos nosotros, los bomberos de Murcia, y para aportar mi granito de arena para la construcción de una escuela en Anantapur, India. En lo deportivo, corro con las Five Fingers Treksport, que llaman bastante la atención, y me encuentro bastante bien. Con lluvia constante, sale una media de 3'36'' el km en 6'5km con muchos giros y tramos de tierra donde nos hundíamos en algunos charcos hasta la rodilla. Termino quinto, justo detrás de Diego Javier, cuarto, que venía de ganar el día anterior en Triatlón de Fuente Álamo en categoría senior. Bicharraco.

 Y llegamos a la madre del cordero. La Marató y Mitja de Castellón a Peñagolosa. Llevaba mucho tiempo queriendo correr esta prueba, pero desde que el año pasado incluyeron la categoría minimalista la atracción era irresistible. Nunca había pasado de treinta kilómetros seguidos por monte, y lo máximo seguido en asfalto fue la maratón de Valencia hace unos años que me aburrió soberanamente (nada como el monte).

Mi herramienta de trabajo
En enero se abren las inscripciones y el primer día me inscribo, no vaya a ser que me quede sin plaza. 45€. Decir que con este dinero no se cubre ni un tercio de lo que ofrecen en la carrera. La organización es una pasada, desde la recogida de dorsales a la camiseta de finisher, pasando por los voluntarios, la organización, avituallamientos. Cada vez que llegaba a un punto de control me rellenaban los voluntarios los bidones de lo que yo quisiera. Eso es hacerle a uno sentirse élite y lo demás es tontería.

 El sábado a las seis de la mañana se da la salida a la carrera desde las pista de atletismo de la universidad Jaime I, por lo que el viernes hay que recoger los dorsales y quedarse a dormir por la zona. Yo lo hice en el hotel Bersoca de Benicassim porque tenían acuerdo con la carrera. Fijaos que detalles hasta en esto: nos pusieron el desayuno buffet libre desde las 3'30 a las 4'30 de la mañana. No me lo podía creer.

 Vamos a la salida, dejo la mochila que llevan a meta, control de zapatillas para los corredores minimalistas, y a ver al personal en la salida: todo el mundo echándose fotos con los dos corredores tarahumaras que vinieron a la prueba (Silvino, un grandísimo corredor, y José) y con SuperPaco, para el que no lo conozca un señor de 75 años que corre con pantalón de pinza, camisa, sombrero de paja y con una mochila con agua y el bocata de jamón. Mirad en youtube y alucinad como baja el tío. Los tres iban para la de 115km; toma ya. Y luego estaban toda la elite española de ultrafondo que quería ganar el primer campeonato de España en esta categoría de montaña: Ivan Ortiz, Remigio Queral, Miguel Mudarra, Juanjo Larrotcha, Carlos Marín, Sebas Sánchez, Juanan Ruiz, y en chicas Tere Nimes, Inma Tonda, Xari Adrián, Miriam Talens, y muchos más.

 Salida y a saco, primeros tres tramos más suaves: unos 34kms con 1100 metros de desnivel positivo. Controlando, tranquilo en subidas y bajadas, comiendo y bebiendo, pero también sudando mucho.

 La segunda parte es la dura. A partir de Les Useres empieza la auténtica montaña: 29kms con casi dos mil metros de positivo y llegando a pasos de más de 1500 metros de altura. Y hemos salido desde el nivel del mar... pero ya sabíamos a lo que veníamos. Mucha concentración, chequeando el cuerpo cada poco tiempo, comer, beber. Coloca el pie bien, no pares nunca, cuanta agua te queda, donde está el siguiente control, cuanto queda, qué ritmo llevo. Nos dicen que podemos bajar de siete horas. Ya me lo dijo Juanjo en Useres y en Xodos está claro que podemos. Hay que seguir sin que decaiga el ritmo.

 En principio, el planteamiento era terminar. En mi primera ultra era difícil conocer mi rendimiento: me lo planteo así: más de ocho horas, aprobado; entre siete y ocho, bien o notable; menos de siete horas, sobresaliente. Dependía de muchas cosas, pero en algún lado había que poner el límite.

 Cuando sólo me quedan 3'5kms de bajada y 22 minutos veo claramente que llego por debajo de siete horas. Pero entre el cansancio y que la bajada es bastante técnica y con varias rampas para arriba al final llego algo justo: 6h58'. Los últimos doscientos metros se me pone el pelo de punta, me emociono, no sé por qué. Llego y, no sé por qué, se me saltan las lágrimas. Es lo que hay.

 Trato en meta de lujo: comida a tutipleni, ducha calentita, masajes, caldo calentito. Y encima termino tercero en la categoría minimalista (correr con zapas de 0mm de drop y menos de 12mm de suela). ¿Cómo decirlo? Espectacular. En una carrera tan importante como esta subir al cajón es la leche. Pero sólo fue un añadido a un día de diez por la carrera, el ambiente y las sensaciones.

Podio de la MiM en categoría Pelegrins.
 Trofeo y unas Vibram Five Fingers modelo Spyridon de regalo. ¡Me encantas, chico!

 Gracias a todos: a mis amigos, con los que he entrenado y se han dejado machacar, a mi familia, que comprende mis locuras y me apoyan (y todavía me dicen campeón), y, por supuesto, a mis hijas y mi mujer que tienen que aguantar mis ausencias y mis cansancios. Gracias.

 Nos vemos por el monte,
Carlos.

P.D.: las aclaraciones, en persona. Besos y abrazos.