Tras una semana, la quinta, después del accidente con la salida de la aguja infectada, sin poder dormir y tomando antibióticos, llevo diez días de calma en los que sólo hago rehabilitación y poco más porque achaco la infección al sudor y el movimiento que estuve haciendo en el rodillo; y como que no me duela me gusta más que hacer rodillo pues paré.
La seguridad social ha tardado dos semanas en aprobar la operación; sólo he tenido que llamar cuatro veces al hospital de Molina porque se suponía que me operaban el lunes pasado; 'la administración va despacio' me dijeron. Espero no tener que pasar otra vez por esto, pensé yo.
Anestesia local, tirón de aguja con unos alicates y vuelta a casa, eso me espera el lunes, aparte de pasar mucha hambre. Esperemos que sea el principio del fin de esta lesión. De rehabilitarme ya se encarga Pablo, mi fisio, y yo en casita. A ver si pronto empiezo a correr a cinco el kilómetro, que ya tengo mono.
Por si alguno no sabe o ha visto lo de la aguja en el radio, os dejo una fotillo:
Saludos a todos y nos vemos por el monte,
Carlos.