domingo, 18 de noviembre de 2012

Las últimas tres semanas...

Llevamos tres semanas un poco ajetreadas en esto de las competiciones por el monte. El primer fin de semana de noviembre nos largamos para Extremadura el equipo formado por los antiguos Aventúra-T / Torre Guajar ahora bajo la bandera Surco Orientación, a saber, er Fran, el Churu y el bomberín.

A priori iba a ser la competición más importante de la temporada: el Campeonato Ibérico de raids. Llevábamos la élite de la asistencias, Marga y María, pero los deportistas nos portamos regular tirando para mal. Resumiré un poco las quince horas del sábado: salimos un poco despistados por el mapa del Score pero lo hicimos bien y rápido; salimos con las bicis en cabeza (o casi) y luego llegaron los patines, donde la cagamos (con perdón) y ya todo fue perder tiempo entre deficiencias técnicas (no remo muy bien) fallos mecánicos (las bicis y el barro se llevan mal) y fallos físicos y mentales (en fin...). Al final terminamos en un, creo, honroso décimo puesto. Se puede hacer mejor pero también mucho peor. El domingo se suspendió la etapa justo cuando pensábamos remontar...

El pasado fin de semana me fui para Orihuela a correr la carrera organizada por mi club, el Tragamillas, llamada la Ori-Muela. El nombre ya da pistas: subida desde la urbanización de Monte Pinar (antiguamente se salía de la casa de Alfonso, mi entrenador, y ahora del polideportivo) a la cruz de la Muela. Poca cosa, cuatro kilómetros y medio con algo más de cuatrocientos metros de desnivel positivo. Y digo poca cosa porque la hice en 25 minutos cuando venía de una prueba de quince horas, no porque no sea dura y agónica, al límite todo el rato.


Estoy hecho un berraco. Eso sí, pelo poco.

La foto es de la organización. Mucho asfaltero en la salida que al final se coló por delante de los que somos montañeros puros. En el primer kilómetros, llano, metieron un ritmo criminal y entré en el camino con veinte por delante. Y ahora a remontar, a adelantar en zonas estrechas en una carrera muy corta donde nadie deja pasar y hay que ganar y dejarse el pellejo en cada adelantamiento. Al final, en la penúltima rampa, antes del último descansillo, adelanto por última vez, veo que no puedo pillar por delante, que nadie me pilla por detrás y me relajo. Pierdo algo de tiempo y casi me pillan, pero bueno, es lo que tengo. Llego el quinto en 25 minutos y 17 segundos. Me lo he pasado bien pero no puedo quedarme a recoger el trofeo (tercero en, ¡oh,no!, veterano A -qué viejo me estoy poniendo) porque salgo pitando para Murcia a ver una obra de teatro con las niñas (al final no había entradas y nos vamos a un museo ¡coño, cuanta cultura!).

Y ya este fin de semana, ayer, el día 17 de noviembre de 2012, me volvía a poner tras la linea de salida en una carrera por montaña por primera vez desde que corriera El Valle'11 y me atropellaran al día siguiente. La Mini Yeti. La verdad es que le tenía respeto, casi miedo, a la vuelta a las carreras por montaña, pero ayer recordé por qué hago esto y por qué me gusta tanto. Hubo momentos en los que fue consciente, no siempre lo soy, de que en ese mismo momento era totalmente feliz y me sentía bien donde estaba y como lo estaba haciendo.

No fue una carrera especialmente buena por el resultado pero era especialmente bonita por el entorno, por la gente con la que iba y por los que encontré por el camino. En fin, el desarrollo lo podéis imaginar: nos vamos un grupito de diez por delante, aunque nos vamos cortando tres que seguiremos juntos hasta casi arriba. Llegamos al cortafuegos y se escapan Carlos Marín y Fran Díaz. Se descuelga Antonio Ibarra y los demás van bastante juntos. Sospecho que Emilio Miras pegará un hachazo en la pista de bajada. Yo me engancho con un colega de Yecla, Pedro, con el que he coincidido en muchas carreras; el va malito y yo ni quiero forzar (no me atrevo) ni quiero arriesgar (más de lo mismo), por lo que vamos juntos prácticamente toda la carrera: yo le saco un poco en la última subida para que luego me pille bajando. Llegamos en una hora cincuenta y cinco, a once minutos del ganador, Fran. Nosotros décimo (Pedro) y undécimo. Segundo Emilio, que pilló a Carlos bajando, tercero. En la larga, gana Sebas Sánchez, que llega con los primeros de la corta, y en chicas Bárbara, que ha venido a las CxM para arrasar.

Nada más. Bueno sí, en la fui el más fotografiado de la Yeti porque corrí con mi Vibram Five Fingers. Fue un poco jodido bajar con ellas pero lo pasé de miedo. ¡Qué sensaciones! El primero en meta descalzo...

Nos vemos por el monte,
Carlos.