miércoles, 13 de octubre de 2010

Raid de Lorca: el inicio de una larga amistad

Otro fin de semana y otra competición. Bueno, que tuve que elegir una porque, que me interesaran había por lo menos cinco, estas son: CxM del valle de Ricote, CxM de Vitoria (campeonato de España por clubes), raid de Cazorla, orientación en Lorca y el mismo raid de Lorca. Una locura para los que nos gusta el monte.

Pero como el equipo estaba formado y nos cuadraba mejor este raid, pues allá que fuimos. El equipo era el Aventúra-t - La Tierra 2, los número uno estaban claros (Juan Pedro, el Charlie y Alcaraz), y lo componíamos Jesús Santa, mi hermano Adolfo y yo.

La cosa era gorda porque mi hermano no había hecho un rapel en su vida y nos pusimos el viernes, unas horas antes del raid, a bajar torres en el parque de bomberos. Eso está bien pero de ahí a luego ponerse en competición va un rato largo. Tampoco había remado nunca, pero eso era más fácil. El susto más gordo y el último se lo llevó Adolfo al hacer la tirolina, en la que no se soltó del cabo de anclaje hasta que tocó tierra.



Todo comenzó a las once de la mañana, sin ir a la reunión del día de antes ni nada (que pa' chulos nosotros) y saliendo sin pintar el mapa, que ya tendría yo tiempo de pintarlo en carrera. Primero un score urbano con 17 puntos y mucha mala leche entre el cauce del río, las vías del tren y las vallas del parque de la Alameda. Parece ser que Santa, a más de 170 pulsaciones todo el rato, se le pasó escuchar el pitido de una de las balizas a las que fuimos, la 12 en concreto, y nos cascan 35 minutos de penalización. Ahí es nada.

Llegamos segundos a la zona de transición con otros dos equipos y salimos con las bicis hacia el embalse, con tan mala suerte que Adolfo pincha a los quinientos metros y mientras arreglamos el desastre nos adelantan nueve equipos y nos colocamos los undécimos. 'La estamos liando' dice mi hermanico; pues espérate que nos quedan seis horas para seguir liándola. A los seis kilómetros de bici nos metemos en un charco de medio metros de profundidad, nos llevamos las algas y a cambio dejamos el aceite: ya todo el día con el grillo en los cambios. Fácil orientación por tramos obligatorios hasta casi la tercera baliza donde estaba localizada la prueba de remo/natación. Santa nada como una sirenita y nos colocamos octavos. Salimos otra vez con las bicis y nos encontramos dos equipos tirado, uno las chicas de Águilas pinchadas (nosotros habíamos gastado nuestra única cámara) y otro equipo con calambres. Sextos estábamos cuando encontramos a los Bob Esponja que se nos unen hacia el cuarto punto. Problemas con el cambio del Santa nos hacen perderlos y elegimos rutas diferentes. Los guío por el monte y nos colocamos quintos, puesto que no dejaríamos hasta el final.

En el punto seis ¡sorpresa! tiro con arco. Acertamos tres de tres y nos vamos con vientos fresco para abajo. Rápidamente nos dirigimos hacia Lorca; primero comemos en el punto 8 unos dulcecitos y mis niños se entretienen y nos pilla un equipo que venía detrás. Los arengo y nos vamos hacia el primer rapel, fácil si sabes de qué va esto, pero mi hermano dice que no lo hace. Con los ánimos y casi amenazas de la organización (en el trekin tenía que hacer uno sí o sí) baja perfectamente, cogemos las burras y a portearlas un kilómetro cuesta arriba por un camino de cabras. Haciendo lo propio, me caigo y rompo el portamapas; menos mal que estamos terminando y en bici nos queda un punto sólo. El trekin lo disfrutamos mucho y lo hacemos rápido (menos las cuestas arriba), pero ya se empieza a notar el cansancio de mis niños y tengo que animarlos bastante (¡qué no se hace por un hermano!).

En fin, que desde la fuente del Tejo (¿o era Cejo?) bajamos a Lorca guiados por Jesús (nos encontramos la rueda delante pinchada), que se pegó una leche en el último puente del PR que nos llevaba hasta el castillo que casi se mata. Por suerte sin consecuencias. La bajada a Lorca fue una locura, y llegamos a las últimas pruebas especiales: un rapel con bici donde mis compis me pedían tranquilidad y yo les metía prisa, una escalada donde el Santica me des-aseguró y una tirolina en la que mi hermano ya no tenía más narices que engancharse y hacerla.

Al final llegamos a meta quintos pero uno de los equipos de delante no había hecho varias pruebas y éramos cuartos. Para nuestra sorpresa y, como ya he comentado, nos penalizaron por no ticar un punto por el que pasamos e hicimos, y nos han dejado sextos en la clasificación. Realmente no aparece en el sportident, lo que es muy raro porque hacerlo lo hicimos y mi compadre Juan Pedro vio como Jesús lo ticaba delante de él. Es razonable que nos pongan la penalización pero una pena por la foto y por esa pedazo de bolsa de productos del lugar que nos habríamos llevado!!!

En cuanto a la organización, de diez: he visto raid nacionales con menos medios y peor organizados que ellos: mapas específicos, variedad de pruebas, gente vigilando TODAS las balizas, ...impresionante. El entorno, muy bonito, sobre todo la parte del trekin.

Clasificaciones:

http://www.imjude.lorca.es/ficherosImjude/file/RAID%20CLASIFICACION%20GENERAL.pdf

¡Ah! y aviso a los corredores por montaña: no voy a La Unión, pero no lo flipéis mucho que como entrene bien, en Jumilla me paso a todo el Senda por la piedra.

Saludos y nos vemos en el monte,
Carolus Aventúra-t.

lunes, 11 de octubre de 2010

Segundo puesto en la CxM de la Al-mudayna

...o estoy hecho un mulo.

Un segundo puesto que sabe a primero... ¡Cáspita (aquí no se pueden decir tacos), me ganó el campeón de Europa y cinco veces campeón de España Raúl García Castán!

La salida se dio puntual a las once de la mañana y allí nos encontrábamos unos ciento treinta corredores, entre otros mi compañero de equipo de raids Javi Navarro. Justo antes veíamos pasar a los corredores de la Maratón, unos diez o doce, que habían salido dos horas antes y que ya llevaban lo suyo en el cuerpo. Podéis ver un pedazo de crónica en la página de Pedro Serna (el enlace está ahí al lado).

Total, que empezamos a correr y nos fuimos los tres primeros kilómetros Raúl y yo solos. Él iba suave para lo que es el porque yo iba a ritmo sin forzar e íbamos juntos. Llegó un momento en el que dudó del camino se volvió y me preguntó si era por allí; le dije que sí y fue la última vez que lo vi de cerca hasta la meta. Menudo crac.

Por mi parte, la última vez que vi a alguien de la media cerca fue al comienzo de la subida a la sierra de las cabras, en el principio de la rampa fuerte, pero aquí fue donde pegué el primer zarpazo y ya hice el resto de la carrera solo (bueno, adelanté a unos trescientos andadores, diez maratonianos y vi a seis u ocho ciclistas; solo, solo no fui). El recorrido variaba con respecto al último año que la hice y era en el alto de las cabras donde empezaba lo nuevo y lo bueno: más bosque, una bajada supertécnica adelantando andarines y una nueva subida de las duras hasta para andar. En este tramo adelanté a José Joaquín Frutos, en el bosque, que andaba jodido y luego, tras la segunda subida fuerte, a Pedro Serna, que estaba más entero.

A partir de aquí me noté bastante castigado por el calor y la humedad y decidí ir fuerte pero sin forzar, y aún así seguí abriendo hueco por detrás ya que a todo el mundo le pasó lo mismo (menos a Raúl, por supuesto). Al final se hizo la carrera muy dura por lo técnica que es, aparte del desnivel y de los kilómetros de más -bastante más de una media. Pero este recorrido me gusta más: es más montañero, tiene un par de bajadas de las de aúpa y un trazado por sendas muy sinuoso. Las partes aéreas tienen unos paisajes preciosos a los campos EE. Caravaca y sus pedanías y a todos los Montes de alrededor, que son los más altos de la región.

Y además, después de tanto sufrir-gozar, me llevo un pedazo de jamón de Caniles, el pueblo de mi suegro, y un lote de productos típicos de Caravaca y una pedazo de foto para enmarcar con Raúl en el podio. Trato espectacular por parte de la organización y comida con familia y amigos después de la entrega de trofeos... Qué más podemos pedir para este sábado de octubre.